Leire Martínez se refirió con crudeza a su paso por La Oreja de Van Gogh y aseguró que su experiencia como vocalista del grupo fue “un aprendizaje terrible a muchos niveles”, al recordar los desafíos personales y profesionales que atravesó desde su incorporación en 2008 hasta su salida en 2024. La artista se expresó en una entrevista con la Cadena SER, donde repasó su recorrido, el desgaste emocional y la etapa de reconstrucción que vive actualmente.

Al evocar sus inicios en la banda, Martínez reconoció que debió aprender a convivir con la exposición y el rechazo. “Asumí que no le podés gustar a todo el mundo”, señaló, y explicó que el nivel de crítica pública la llevó a cuestionarse incluso su talento. “Me han hecho dudar mucho y me lo llegué a creer”, admitió, al referirse a los cuestionamientos que recibió a lo largo de los años.

La cantante destacó que el trabajo personal previo le permitió sostenerse emocionalmente en los momentos más complejos. Remarcó la importancia de poner límites frente a opiniones agresivas y diferenciar la crítica del insulto. En ese sentido, sostuvo que no estaba dispuesta a permitir que personas ajenas a su historia definieran quién era o qué valía como artista.

Martínez también habló de su salida del grupo como un proceso doloroso y todavía difícil de digerir, aunque aclaró que aprendió a no sufrir de más por situaciones que no puede controlar. En paralelo, describió el último año como una etapa de reconexión personal, vinculada a recuperar la libertad creativa y la espontaneidad que sentía en su infancia.

Actualmente, Leire transita un nuevo camino como solista, con un disco en preparación y presentaciones previstas en distintos festivales durante 2025. Mientras tanto, La Oreja de Van Gogh avanza en una nueva etapa con el regreso de Amaia Montero. Dos recorridos distintos que cierran un capítulo compartido y abren nuevas historias dentro del pop español.