En una reciente emisión de LAM (América TV), Nico Occhiato volvió a disparar contra Olga y lanzó un dardo contundente: “Olga no se portó bien con nosotros, fueron desleales”. La frase fue reproducida en el tuit oficial del canal. 

Ese comentario se inserta en lo que claramente ya es una guerra declarada entre dos principales canales de streaming, donde la batalla incluye chicanas, acusaciones y —sobre todo— el control de la audiencia y los números.

La pelea de fondo: Luzu TV vs. Olga

La rivalidad entre los dos canales no es nueva. En abril de 2025, un informe de una cuenta de X (@RealTimeRating) encendió nuevamente la polémica tras mostrar un fuerte pico de audiencia en Luzu TV, que pasó de aproximadamente 43 mil espectadores a 60 mil en pocos minutos, sin un cambio sustancial de contenido.

Ante esto, Occhiato salió al cruce y denunció una posible manipulación: “Este número no es real, a esta hora solemos tener siempre 15 mil menos de audiencia. Nos mandaron bots… muy raro todo… nosotros no estamos compitiendo con nadie… Solo tratamos de hacer el mejor contenido posible para nuestra comunidad”.

La reacción no se limitó a ese posteo: hubo ida y vuelta en redes sociales, donde también intervino Migue Granados (al frente de Olga), y respondió con chicanas y memes. El cruce escaló rápidamente a un conflicto público, con acusaciones de bots, llamadas a la transparencia de métricas y cuestiones vinculadas a pases de figuras y rupturas laborales.

Incluso, Nico Occhiato llegó a producir un tema musical alusivo a la disputa con un estribillo por demás irónico: “Me enamoré de un bot” (haciendo referencia al conflicto de manipulación de números).

¿Dónde entraría la acusación de “deslealtad”?

El nuevo tuit del canal América TV reproduce la frase de Occhiato en LAM y plantea un escenario donde la disputa se vuelve más personal y va más allá de métricas o audiencias: suena a acusación de traición. De hecho, atrás de cada cruce entre estos canales se han reportado pases de figuras: algunas personas que trabajaban en Luzu TV habrían emigrado a Olga, generando malestar y rupturas.

Este tipo de situaciones ya venía tensionando el ecosistema y podría justificar, desde el lado de Occhiato, ese tipo de afirmación.

El impacto de estas peleas no es solo mediático, también se siente en la construcción de comunidad, en el vínculo que crean con su audiencia y en la reputación pública de cada canal y líder. Si una figura fuerte se va o hay filtraciones, se enciende un tipo de chusmerío con efectos reales: repercuten en seguidores, en contratos y en la visibilidad del canal.