Desde San Isidro, Iván Bravo construye una carrera en crecimiento dentro del mundo del tatuaje. Con un estilo propio y objetivo claro, el artista apuesta a competir y seguir formándose para abrirse camino en la escena argentina. En esta entrevista, repasa sus comienzos, la cuarentena como desafío y los planes que prepara para el futuro.

—¿Cómo estás?
—Muy bien, ¡gracias!

—¿Desde qué lugar del mundo estás haciendo esta entrevista?
—En este momento me encuentro en mi trabajo, en San Isidro, Buenos Aires.

—¿A qué edad te empezaste a dedicar al tatuaje?
—Comencé a los 25 años.

—¿Cómo fueron tus inicios?
—Comencé sin saber nada. Trabajaba en jardinería y junté para comprar mi primera máquina y fuente. Los cables de conexión los armé yo. Hice mis dos primeros tatuajes y, a los dos meses, llegó la cuarentena.

—¿Cómo te afectó la cuarentena a nivel laboral?
—No sabría medir cuánto me afectó. No era un tatuador experimentado y sabía poco del tema, más que lo que había visto en YouTube. De igual manera, logré hacer muchos trabajos durante ese tiempo, y fui definiendo mi estilo a medida que ganaba experiencia.

—¿Qué artistas tenés como referentes?
—Hay varios muy buenos: Jason Ramos, Viviana Calvo, Matt Killer y Vatos Locos, pero siempre trato de tener una impronta propia.

—¿Cuáles son tus proyectos para 2026?
—Competir en varias convenciones y dedicarme de lleno al tatuaje, ingresar a un estudio o, por qué no, abrir uno propio.

—Redes sociales
—En Instagram: @ivan.bravo_tatuador. En Facebook: Iván Bravo Tattoo AR.