“De eso se trata la vida, de ser constante, honesto y disciplinado con uno mismo”, asegura Victoria Peralta, comunicadora social, periodista, locutora en formación y profesora de comunicación en escuelas estatales de Florencio Varela, Quilmes y Berazategui. Su historia refleja un equilibrio entre la enseñanza, la expresión y la búsqueda de una meta que la acompaña desde la infancia: ser modelo profesional.

El inicio de un sueño

Su vínculo con el modelaje nació a los 18 años, cuando su madre, su principal apoyo, la acompañó a inscribirse en la escuela de modelos de Sandra Miguez, exmodelo y actriz. “Mi mamá siempre me acompaña en mis proyectos”, recuerda con gratitud. Sin embargo, su vocación por la comunicación la llevó a priorizar su carrera universitaria en la Universidad Nacional de La Plata, donde se graduó como periodista.

Aun así, la pasión por la moda permaneció intacta: “Desde que tengo uso de razón, quería ser modelo. Me fascinaba la disciplina, el ensayo, la puntualidad, los detalles. Todo eso te hace más organizado en la vida”.

“La Morocha Argentina” en La Rural

Entre sus experiencias más destacadas, Victoria participó como modelo para Silkey Mundial, representando a la marca en su 40º Aniversario en el Salón Internacional de La Rural. Allí abrió la pasada del evento y fue presentada como “La Morocha Argentina”, compartiendo pasarela con reconocidos estilistas y modelos de primer nivel.

“Fue una experiencia inolvidable, representando a mi país con orgullo y profesionalismo”, recuerda con emoción.

Inspiración y referentes

Su admiración por la generación de modelos de los años 90, en los míticos desfiles de Roberto Giordano, marcó su imaginario. “Era muy pequeña y no me perdía los desfiles televisados. Soñaba con estar en esa pasarela. Toda esa producción artística me inspiró”, confiesa.

El equilibrio entre la enseñanza y la escritura

Cuando no está frente a sus alumnos, Victoria dedica su tiempo libre a la reflexión y la escritura. “Escribo ensayos sobre temas vinculados con la educación y la sociedad, y me mantengo informada sobre política internacional. Es mi forma de seguir aprendiendo y comprender el mundo desde distintas miradas”, cuenta.

Volver a la pasarela

Después de años dedicados a la docencia, Victoria decidió cumplir su deuda pendiente: retomar el modelaje. Se inscribió en un curso intensivo en Florencio Varela, guiada por el diseñador Rodrigo Cáceres, a quien define como “un coach divino y súper profesional”.

“Estoy feliz de haber tomado esta decisión. Es una meta que tenía pendiente. Se tiene que hacer realidad como todo lo que me propongo”, afirma con una convicción que inspira.

La filosofía que la guía

Su mensaje final es un manifiesto de vida: “Todo lo que nos propongamos tenemos que cumplirlo, porque de eso se trata la vida. De ser constante, honesto y disciplinado con uno mismo. Así se llega al éxito. No hay otra opción”.