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"Amigas del Sexo" por FM Class 91.9

VIDEO | “Me confundí la pastilla de viagra con una para dormir”: las confesiones más insólitas de Humberto Grondona

El exfutbolista e hijo del histórico dirigente habló en el programa de la periodista Yanina Granda y sorprendió con su honestidad brutal: contó sus experiencias más íntimas, habló de amor, deseo, timidez y de cómo aprendió a reírse de sí mismo.

Entre risas, anécdotas y confesiones íntimas, Humberto Grondona se animó a hablar de todo: del fútbol a la pasión, de la disciplina al deseo. “Antes era un león, hoy soy un animal sabio”, reconoció en diálogo con Yanina Granda y su equipo en el living radial de "Amigas del Sexo", por FM Class 91.9 los martes de 21:00 a 23:00 horas.

El fútbol es mi vida; es mi pasión, afirmó sin dubitar al comienzo de la charla. A lo largo del encuentro, Grondona repasó su trayectoria dentro del mundo futbolero, su trabajo como director deportivo y la realidad de los clubes de barrio, además del arranque del Club Arsenal tras la muerte de su abuelo.

El diálogo, fiel al estilo del programa de Granda, transitó del fútbol a lo más humano. Cuando se le preguntó por las concentraciones y los mitos sobre la abstinencia sexual antes de los partidos, respondió con su habitual franqueza: “Es relativo, hay jugadores que lo necesitan y otros que no. Algunos tienen que tener una relación antes del partido, sino no rinden. El tema es que no debe ser continuado, porque a la larga te caes a pedazos”.

Entre carcajadas, recordó una experiencia propia: “Después de un partido me tenté, tuve sexo y al día siguiente, en el entrenamiento, me desgarré. Estuve un mes parado… y no me pasó una sola vez”, confesó entre risas.

El exfutbolista también habló del respeto hacia sus padres y de cómo aprendió a cuidarse tras el secuestro que sufrió en 1973. “Hoy hago lo mismo con mis hijas. La situación de seguridad está muy descontrolada”, expresó Grondona.

Sobre la seducción, Grondona sorprendió con su sinceridad: “Mi apellido no me ayudó nunca. Soy tímido. De las mujeres me atrae la mirada, la piel, el perfume y la actitud. Hay mujeres del uno al nueve; diez, nunca. Diez es mamá”, afirmó sonriente. Ya más íntimo, Humberto confesó: “A esta edad tengo mis mañas. Prefiero calidad antes que cantidad”. En cuanto al amor, agregó: “No sé si el amor es posible. Me enamoré de las madres de mis hijas, pero hoy mi vida pasa por otro lado. Me acostumbré a vivir solo”.

La charla se puso más divertida, se animó a responder qué animal sería en la cama: “Antes era un león. Hoy soy un animal sabio, que sabe hasta dónde llegar y cómo manejar la situación”. Además, contó que participó de tríos, que el lugar más raro donde tuvo sexo fue en un bote y en un tren que iba de Milán a París, y que una vez, por apurado confundió la pastilla de viagra por una de dormir: “Quería ser un campeón y terminé siendo de la Antártida” dijo con simpatía. Luego agregó entre carcajadas: “Moraleja: hay que mirar lo que se toma”.

Sobre sus gustos, fue más que claro: “Me gustan las mujeres sencillas, nada de disfraces. El sexo tántrico no es lo mío, no me contengo. Me tocan las palmas de las manos y me da mucho placer”. Luego, habló sobre lo más loco que hizo por amor: “Buscar a una persona casada o esconderme detrás de un árbol si estaba con el novio. Eran cosas de juventud”, recordó nostálgico.

Finalmente, dejó su definición más completa: No soy un experto, pero me la rebusco. Son los años, la experiencia y, sobre todo, valorar a la mujer. Si hay tiempo para una buena previa, mucho mejor. Soy un romántico que deja todo en ese momento. Y a las mujeres muy jóvenes les escapo. Hay que pensar con una sola cabeza”.

Humberto Grondona podría describirse como un hombre que ha vivido muchas vidas dentro de una. En su voz conviven el hijo del histórico dirigente, el apasionado del fútbol, el profesional que aprendió de los errores y el ser humano que, a pesar del paso del tiempo, no pierde las ganas de reírse de sí mismo.

Su manera de abordar los temas tan personales deja al descubierto a alguien que, más allá del apellido, se reconoce como un hombre común, que valora la compañía, la conexión y la honestidad en cada vínculo.

Humberto no busca agradar: simplemente dice lo que piensa. Y en esa sinceridad, subyace su encanto. Entre goles, pasiones y errores, lo que queda claro es que sigue viviendo con la misma intensidad con la que jugó: En la cancha y en la vida”.

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